23/4/12

Rshew, la matanza olvidada

Tumbas de soldados muertos en Rusia.
La Segunda Guerra Mundial fue una matanza sin precedentes. Más de 60 millones de personas perdieron la vida en todo el mundo durante los seis años que duró el conflicto entre 1939 y 1945. Sin duda, donde mayor fue la destrucción y el sufrimiento fue en la antigua Unión Soviética y el este de Europa. Durante la Perestroika, cuando desaparecieron los secretismos del régimen, los soviéticos calcularon una sangría de en torno a 37 millones de muertos, de ellos 8,6 millones de soldados y el resto civiles.


La lucha en el frente del este fue despiadada y en la historia se enumeran una serie de nombres de batallas sangrientas y famosas que acabaron con la derrota de Hitler y el nazismo. Moscú, Leningrado, Stalingrado, Kursk, Minsk, Budapest y Berlín son algunos de esos nombres. Pero hubo algunas otras batallas que por distintas razones han pasado al olvido. Este es el caso de la batalla –o mejor dicho, las batallas- de Rshew, una ciudad rusa a orillas del Volga a 180 kilómetros al oeste de Moscú.

Aldea rusa en llamas.
Allí murieron más de dos millones de personas, la inmensa mayoría soviéticos, en una serie de ataques frontales sin sentido para expulsar a los alemanes de la ciudad. La lucha se prolongó durante todo el año 1942, hace ahora 70 años. Fue una matanza incluso mayor que las ocurridas en otras muchas batallas muy famosas en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, pero Rshew sigue siendo desconocida para la inmensa mayoría de interesados en la historia de la Segunda Guerra Mundial.


Amenaza para Moscú

El origen de esta carnicería está en el contraataque soviético que expulsó al ejército alemán de las afueras de Moscú en diciembre de 1941. La Wehrmacht, que en junio de 1941 había invadido la URSS y se había presentado seis meses después a las puertas de la capital soviética, estaba agotada y congelada. Mal planificada y peor organizada, la ofensiva alemana se vio atrapada en un invierno ártico con temperaturas de incluso hasta -40 Cº vestidos solamente con abrigos finos. Los soviéticos aprovecharon este desgaste para expulsar a los alemanes y hacerles retroceder cientos de kilómetros e infligirles miles de bajas. Sin embargo, los alemanes estaban lejos de estar derrotados y no tardaron en ofrecer resistencia y frenar el ataque de los rusos.

Mapa de la situación del frente de Rshew en 1942.

Uno de los lugares en los que esto sucedió fue en Rshew, una ciudad estratégica de unos 54.000 habitantes y una serie de puentes muy importantes sobre el río Volga. Era un nudo de comunicaciones muy importante en un país con muy pocos caminos transitables para vehículos modernos. Rshew era vital para las comunicaciones y la logística, ya que alrededor sólo había bosques y pantanos. Controlar esta ciudad era pues, vital. Además, cuando se frenó la ofensiva soviética, la línea del frente desde Rshew a Moscú solamente distaba algo más de un centenar de kilómetros. El líder de la URSS, Stalin, veía en esa ciudad una plataforma muy peligrosa para la capital soviética y ordenó conquistarla al precio que fuera. Iba a ser muy alto.

El general alemán Walter Model.
Los alemanes en Rshew estaban organizados en el 9º Ejército al mando del general Walter Model. Este militar sería uno de los favoritos de Hitler. Era despiadado y muy eficaz. Aunque no era aristócrata, siempre llevaba un monóculo dando pie así a su caricaturización como oficial prusiano. Experto en la guerra de tanques, acabaría la guerra como mariscal de campo y pegándose un tiro en la cabeza para no caer prisionero de los estadounidenses en mayo de 1945. Pero en 1942 todavía estaba en Rusia junto a sus soldados del 9º Ejército, unos hombres ya curtidos en la guerra tras luchar en Polonia, Francia y en la URSS.


Enfrente los soviéticos contaban con casi 700.000 soldados divididos en 14 ejércitos. Sus condiciones eran penosas. Muchos no contaban con entrenamiento militar y armamento adecuado, y los oficiales eran novatos sin experiencia ni capacidad. Consecuencia de los desastres provocados por la paranoia de Stalin quien, antes de la guerra, mandó ejecutar a prácticamente todos los oficiales de su ejército por miedo a un golpe de estado. Esto dejó al Ejército Rojo descabezado y a merced de los alemanes que, en 1941, aprovecharon esta falta de dirección militar para infringir a los soviéticos unas pérdidas enormes de millones de soldados junto a su armamento.



Corriendo hacia las ametralladoras

Ametralladora alemana.
Faltos de preparación y presionados por sus superiores, los oficiales soviéticos lanzaban a sus soldados en oleadas hacia las ametralladoras alemanas. Se concentraban en los bosques ocultos a los ojos de los soldados alemanes y, de repente, corrían en filas de miles de hombres aullando hacia las trincheras alemanas. Desde allí respondían con un fuego frenético y mortífero. Cada bala daba en un objetivo y el mayor peligro era quedarse sin munición dejando que los soviéticos pudieran llegar así a las trincheras. Se producían entonces espantosas escenas de lucha cuerpo a cuerpo en las que se usaba todo tipo de material como armas, sobre todo, las palas para cavar trincheras esta vez para abrir cabezas.


Los ataques soviéticos eran repelidos una y otra vez. Atrás quedaban miles de cuerpos sin vida y sin enterrar. Muchos incluso apilados en diferentes capas que se iban ampliando a medida que se producían más ataques. Por ejemplo, de un regimiento de infantería solamente sobrevivieron el cocinero y el encargado de los caballos. Cuentan los lugareños que actualmente en los bosques que bordean Rshew se siguen encontrando huesos casi sin enterrar, incluso apilados en hasta siete capas. Restos de un fracaso horrible.
Ilustración de una de las batallas de Rshew.


Pero los soviéticos no cejaban en su empeño de presionar a los alemanes, que sufrían graves problemas para mantener sus posiciones ante semejante superioridad numérica. El último intento de expulsar a los alemanes fue la llamada Operación Marte, que se inició el mismo día que la ofensiva contra los alemanes del 6º Ejército en Stalingrado –la Operación Urano- también a orillas del Volga pero bastantes kilómetros más al sur de Rshew. A diferencia de Stalingrado, la Operación Marte no salió bien. Los soviéticos, que atacaron con  casi dos millones de soldados, sufrieron más de 100.000 muertos y 235.000 heridos y no alcanzaron sus objetivos. El 21 de diciembre de 1942 dejaron de atacar y se concentraron en su presa del 6º Ejército alemán.


Soldados soviéticos atacando.
Stalingrado ha sido reconocida como la batalla más importante de la Segunda Guerra Mundial. Supuso la primera victoria soviética en la guerra y la destrucción de todo un ejército alemán. La guerra sufrió un giro de 180º y la derrota alemana ya se empezaba a ver como una posibilidad bastante plausible. Allí también murieron miles de personas. Los alemanes y los soviéticos sufrieron juntos más de dos millones de bajas. Stalingrado se convirtió en un mito y los vencedores en héroes celebrados por la propaganda y en todo el mundo. ¿Y Rshew?


En marzo de 1943 los soviéticos tomaron finalmente Rshew. Pero lo hicieron después de que los alemanes se retiraran y dinamitaran los puentes sobre el Volga. Después de sufrir entre 300.000 y 400.000 bajas, decidieron que no tenía sentido mantener esa posición. Stalin y su alto mando habían mandado a más de dos millones de soldados del Ejército Rojo a la muerte en absurdos ataques frontales en Rshew, y los supervivientes a la tragedia nunca gozaron de ningún reconocimiento. Es más, durante la existencia de la URSS la batalla y sus consecuencias fueron minimizadas hasta hacerlas prácticamente desconocidas.

2 comentarios:

  1. En la Historia hay demasiadas batallas olvidadas. Muy buena entrada compañero

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  2. Demasiadas batalla a secas, diría yo.

    Muchas gracias, un abrazo muy fuerte

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