El
31 de diciembre de 1948, hace hoy 65 años, aterrizó en Berlín occidental el
vuelo número 100.000 del puente aéreo que abastecía a la ciudad ante el bloqueo soviético. Fue el primer acontecimiento grave de la Guerra Fría y el intento
por parte de Stalin de hacerse con el control de la mitad de la metrópolis
alemana y de evitar la creación de un estado alemán occidental, un intento que
acabaría en fracaso.
Cuando empezó el año
1948 aún no había comenzado lo que se conocería como la guerra fría entre los
bloques liderados por los EEUU y la URSS. Ambas superpotencias seguían siendo
aliadas tres años después de aplastar a Hitler y conquistar Alemania. Doce
meses después, en diciembre de 1948, ambos bloques se miraban con cara de perro
y se encontraban en medio de la primera gran crisis del conflicto que duraría
hasta 1989.
En 1948 Alemania estaba
dividida en cuatro zonas de ocupación gobernadas por cada una de las cuatro
potencias vencedoras: EEUU, Reino Unido, Francia y la URSS. El dictador soviético
Stalin quería una Alemania unificada y neutral. No tenía un interés especial en
implantar un régimen comunista allí. Su objetivo era evitar que volviera a
partir cualquier tipo de amenaza militar desde suelo alemán como había sucedido
en 1941, cuando Hitler invadió la URSS y casi la derrotó. Al final el derrotado
fue el dictador alemán y los soldados de ocupación no desfilaron por las calles
de Moscú sino por las de Berlín. Pero a pesar de su victoria absoluta, Stalin
no se fiaba. Rodeó la URSS de un cordón de estados satélites leales que harían
de protección ante posibles futuros ataques, pero, sobre todo, quería una
Alemania neutral y desarmada, que no pusiera sus fábricas y recursos en su
contra.
Stalin |
Los EEUU y el Reino
Unido no lo tenían tan claro. No se fiaban de Stalin y menos desde que en 1947
el presidente de los EEUU, Harry S. Truman, proclamara su famosa doctrina como
consecuencia de la guerra civil entre monárquicos y comunistas en Grecia,
detrás de la cual veía (erróneamente) la mano oculta del Kremlin. Esta doctrina
venía a decir que los EEUU contendrían cualquier intento por parte de la URSS
de imponer un cambio de gobierno violento (e incluso democrático) a favor de los
comunistas en cualquier lugar del mundo. Esta doctrina, sin embargo, no era
aplicable a los países del este de Europa “cedidos” por las potencias occidentales
a la URSS en las conferencias de Yalta y de Potsdam en 1945. Moscú podría hacer
y deshacer a su antojo en los lugares que correspondían a su esfera de influencia
reconocida por las conferencias, pero sólo allí.
Precisamente en estas conferencias
se selló el destino de Berlín. Como capital del enemigo vencido se le otorgó un
estatus especial con cuatro zonas de ocupación para las cuatro potencias
vencedoras. Técnicamente Berlín era una isla, una excepción, una especie de
Alemania ocupada en miniatura gobernada por un consejo de control aliado. Pero
sólo podía funcionar si los aliados se llevaban bien entre ellos, y eso ya era
imposible.
¿Qué hacer con Alemania?
Saludo entre soldados de EEUU y de la URSS en 1945. |
La animadversión entre
occidente y la URSS iba creciendo y afectó a la situación alemana. ¿Qué hacer
con este país? La idea de la creación de un nuevo estado alemán iba tomando
fuerza también entre los aliados occidentales, pero enseguida desecharon la
idea de que fuera neutral como pedía Stalin. No se fiaban del dictador
soviético y temían que fuera una estratagema para conseguir la retirada de
estadounidenses, británicos y franceses, y hacerse después con el control de
facto de todo el país. No, los EEUU y el Reino Unido iban a crear una Alemania
nueva con el apoyo de Francia, pero ligada a ellos como estado satélite. La
URSS no podía permitir esto y comenzó el juego de apuestas sobre el futuro de Alemania.
Con cada movimiento de
una parte, la otra respondía con otro para superarlo. En febrero de 1948 comenzó
en Londres la celebración de la conferencia entre las tres potencias
occidentales y los estados del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Juntos
comenzaron a tratar la creación de un estado alemán occidental uniendo las tres
zonas de ocupación y su unión económica. Para la URSS esto era inaceptable y
sus países aliados y fronterizos con Alemania (Polonia y Checoslovaquia),
pidieron poder participar de la misma manera que los del Benelux, pero sin
éxito. No se fiaban de Stalin, que había organizado por su parte un cuasi
estado comunista en la parte de Alemania ocupada por sus tropas y tomado el
poder por parte de comunistas en los países del este de Europa.
A esta conferencia le
siguió la creación de una moneda común, el Deutschmark, para las tres zonas
occidentales. Era el paso previo para la creación de Alemania occidental. Stalin
tenía que impedirlo, y dos días después de la entrada en vigor de la nueva
moneda entró en acción.
2,2 millones de personas en
la ratonera
En la noche del 23 al
24 de junio de 1948 las tropas soviéticas cerraron todos los accesos por tierra
y por río a las zonas de ocupación francesa, británica y estadounidense en
Berlín occidental. Se cortaron todas las comunicaciones y todos los suministros
de agua y energía. Como los caminos hacia Berlín pasaban por territorio
controlado por la URSS y cedidos por los tratados de Yalta y de Potsdam, los
soviéticos simplemente no dejaron pasar más a los camiones y a los trenes. Los
EEUU no podían invocar la doctrina Truman. La URSS era dueña de su zona y podía
hacer en ella lo que quisiera, al igual que los aliados podían hacer lo que
quisieran en las suyas.
Las zonas de ocupación de Berlín. |
Stalin perseguía dos
objetivos: el primero era obligar a los aliados occidentales a dar marcha atrás
en su plan de crear una Alemania occidental. Y el segundo, si no podía cumplir
el primero, era al menos conseguir la retirada de sus adversarios de Berlín
occidental e integrarla en el futuro estado comunista alemán que nacería como
respuesta. Berlín occidental era una isla molesta en plena zona de ocupación
soviética que había que extirpar.
El bloqueo parecía una
manera de conseguirlo sin disparar ni una bala. Más de 2,2 millones de personas
estaban dentro de una ratonera que, tres años después del fin de la guerra,
seguía siendo un mar de escombros en el que faltaba lo más básico para vivir.
Si a duras penas se conseguía alimentar a estas personas mediante los
suministros que llegaban por carretera o tren, con el bloqueo parecía
imposible.
Al principio cundió el
pánico entre los aliados occidentales. La mayoría pensaba que este podría ser
el primer movimiento de Stalin para comenzar una nueva guerra mundial. Muchos
eran incluso partidarios de empezarla para adelantarse, como el comandante de
las tropas de ocupación de EEUU, Lucius D. Clay, que llegó a proponer un avance
con tanques hasta Berlín para obligar a levantar el bloqueo. Pero el presidente
Truman no quería empezar una guerra, aunque tenía claro que no cedería en
ninguno de los objetivos soviéticos. Se crearía una Alemania occidental ligada
a los aliados, y éstos se quedarían en Berlín.
El puente aéreo
Las rutas del puente aéreo. |
Stalin no tuvo en
cuenta que existía un camino que no podía cerrar: el cielo. Si los soviéticos
podían impedir el uso de su territorio para llegar a Berlín occidental, no
podían hacer lo mismo con las rutas aéreas que se habían comprometido a respetar
mediante un tratado cuando todavía había buena sintonía con los aliados
occidentales. Esas rutas aéreas comunicaban directamente las zonas de ocupación
occidentales con Berlín, pero ¿serían suficientes para alimentar a 2,2 millones
de personas?
Al día siguiente de comenzar
el bloqueo se organizó un puente aéreo. El 26 de junio aterrizó el primer avión
de carga de EEUU en el aeropuerto berlinés de Tempelhof, en la zona
estadounidense. La operación fue todo un éxito. Se comenzó enviando unas 750
toneladas diarias de alimentos, carbón, ropa, etc. En julio ya eran 2.000
toneladas diarias. Entre el 26 de junio de 1948 y agosto de 1949 se
consiguieron transportar 2,3 millones de toneladas de suministros en casi
280.000 vuelos.
El éxito del suministro
aéreo dio al traste con los planes de Stalin, que el 12 de mayo de 1949 levantó
el bloqueo. Había perdido. No pudo forzar la retirada de los occidentales de
Berlín ni impedir el nacimiento de un estado alemán occidental. El 23 de mayo
de 1949 se fundó la República Federal de Alemania. Ya no era posible crear un
país neutral entre la zona de influencia soviética y Europa occidental, por lo
que dio carta blanca a la transformación de su zona de ocupación en Alemania en
un estado comunista. El 7 de octubre de 1949 nació la República Democrática Alemana. La frontera de la guerra fría atravesaría Alemania y ambos bandos se
mirarían fijamente hasta la caída del muro de Berlín en 1989, 40 años después.
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