2/7/12

El emperador se humilla


Carlos V e Isabel de Portugal.
El todopoderoso emperador Carlos V, envuelto en un sudario, mira temeroso hacia arriba. Tiene sus manos plegadas, en pose de oración pero también de súplica. Así es su mirada, temerosa, débil, suplicante. ¿Pide clemencia? ¿O tiene, simplemente, miedo? El emperador, señor del mayor imperio hasta el momento, defensor de la Iglesia, mira a Dios. Sólo ante él se humilla.



La gran obra de Tiziano, La Gloria, expuesta en el Museo del Prado es un ejemplo perfecto de cómo se entendía el poder de Carlos V en su época. La familia imperial, el propio Carlos, su mujer Isabel de Portugal y el príncipe heredero y futuro Felipe II. Todos están ataviados con un sudario como muestra de piedad y sumisión ante una Santísima Trinidad altiva y poderosa, que mira a sus súbditos con aires de grandeza y omnipotencia.

Tiziano –que también se retrata con sudario debajo de la familia imperial- refleja así la pirámide de poder como se comprendía en la Europa de la Edad Moderna. El emperador tiene un hilo directo con Dios, el único ante el cual se arrodilla y por el que reina sobre los hombres. Pura propaganda imperial. Pero también lleva un mensaje oculto: la sucesión.
La Gloria, Tiziano. Imagen del Museo Nacional del Prado.

El artista italiano pintó este cuadro entre 1551 y 1554. Justo un año después de su finalización, en 1555, el emperador comenzó el largo proceso de abdicación de sus reinos a favor de su hijo Felipe II y de su hermanastro Fernando. Aunque le tenía reservada la corona imperial de Alemania a Fernando, Felipe iba a heredar la parte importante: los reinos de la Península y las armas de Castilla, el oro de las indias, el arte y la piedad de Italia y el dinero de Flandes.

Felipe II.
¿Sabía Tiziano lo que iba a suceder nada más entregar su cuadro a su patrón? Es improbable, pero por la composición de su obra así parece. Mientras Carlos mira a Dios con temor, como si supiera que pronto sería juzgado por sus actos, un joven Felipe a la derecha de sus padres mira a la Trinidad con una actitud altiva diferente, expectante. Se mantiene detrás de sus padres, con sudario y actitud humilde y piadosa. Pero no es sincero. Parece como si estuviera esperando su turno. Ya queda menos para suceder a su padre y convertirse en rey.



La derrota de Carlos

Cuando Tiziano terminó el cuadro Carlos V ya estaba viejo y cansado. Contrasta aquí con la actitud militar y triunfal del retrato ecuestre –también de su fiel Tiziano- tras la victoria contra los protestantes en Mühlberg en 1547. Fue una batalla en la que se jugó su imperio a una sola carta contra los príncipes alemanes que adoptaron las enseñanzas de Lutero, no por convicción religiosa la mayoría, sino como ideología para enfrentarse al todopoderoso emperador.
Carlos V a caballo en Mühlberg, Tiziano.

Aunque en Mühlberg fueron derrotados, los príncipes consiguieron aguantar. Carlos V no logró imponerse y en 1555 tuvo que firmar la Paz de Augsburgo, en la que los príncipes reconocían al emperador como su señor, pero mantenían su autonomía, incluida la religiosa: Cuius regio, eius religio. Es decir, según la religión del señor, así debía ser la de sus súbditos. Los príncipes protestantes ganaban no sólo su independencia política, sino también la religiosa, que en esa época era lo mismo. Una dura derrota para Carlos, la espada de la Iglesia. Después de firmar la paz se retiró.


El ya ex emperador se retiró a sus antiguos dominios de Castilla, al monasterio de Yuste. Pero no duró mucho. El 21 de septiembre de 1558 murió enfermo de paludismo. Estuvo sufriendo fuertes fiebres durante semanas, tiempo en el que pidió poder observar La Gloria de Tiziano antes de morir. ¿Qué pensaría al verlo? ¿Meditaría sobre su reinado? ¿Mereció la pena? A lo mejor pensó en la última paradoja de su vida: el que fuera todopoderoso emperador y señor de los mortales acabó vencido por la simple picadura de un mosquito de los estanques de Yuste que le inoculó su enfermedad.


O a lo mejor Carlos no cayó en la cuenta. Estaría pensando en La Gloria, y en que muy pronto podría ver a su Dios cara a cara.


Para los detalles técnicos del cuadro os recomiendo el siguiente video:


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