6/1/12

LOS REYES DE ORIENTE DESCANSAN…. EN ALEMANIA

El relicario de los Reyes Magos.
Cuando los niños escriben sus cartas a los Reyes Magos ponen en el destinatario ‘Oriente Medio’. Sin embargo, esta dirección no es correcta. Millones de cartas de millones de niños nunca llegan a su destino porque los Reyes Magos en realidad están en Alemania.

Debajo de unos arcos góticos impresionantes de decenas de metros de altura y protegidos en un arca dorada descansan, según la tradición, Melchor, Gaspar y Baltasar. Yacen juntos, a pocos metros del Rin, detrás del altar de la Catedral de Colonia, la segunda más grande de Europa. Pero ¿qué hacen los Reyes Magos en Alemania?   

Hace siglos, en el año 1164, el poderoso emperador del Sacro Imperio Germánico, el mítico Federico I Barbarroja, entró en Colonia con un regalo para el arzobispo de la ciudad, Reinaldo de Dassel. Lo traía de Milán, la ciudad más importante del norte de Italia y la cabeza de la rebelión italiana contra el emperador. Sus habitantes mostraron un gran coraje, pero no sirvió de nada. Milán fue atacada, vencida y saqueada por las tropas imperiales y sus tesoros fueron robados. Entre ellos una reliquia muy especial: los supuestos restos de los Reyes Magos.

Fachada de la catedral de Colonia.
Cuando las reliquias llegaron a Colonia ésta ya era una ciudad milenaria. La antigua Colonia Agripina había sido fundada por los romanos y fue una de las ciudades más importantes del imperio en su frontera del Rin, el último bastión de la civilización antes de adentrarse en los oscuros bosques de Germania.


Tras la desaparición del Imperio Romano, Colonia seguía siendo importante. Tanto que se convirtió en uno de los centros de difusión del Cristianismo en Germania. La nueva religión se extendió relativamente deprisa entre los bárbaros que invadieron el imperio y se asentaron en él, lo que redundó en más influencia, más poder y más riquezas para la ciudad. Con el tiempo fue creciendo y se convirtió en un arzobispado, uno de los pilares de la Iglesia en el corazón del nuevo Sacro Imperio Germánico, que se presentaba como heredero de los romanos.

Así pues, Federico I Barbarroja eligió Colonia para depositar allí las reliquias robadas de Milán, lo que desembocó en una riada increíble de peregrinos con destino a Colonia. Aunque la ciudad era bastante grande –para la época- y contaba con muchos templos, ninguno era lo suficientemente grande y majestuoso como para albergar de manera digna a los Reyes Magos, y menos aún para demostrar el poder y la riqueza del arzobispo.

Colonia, a la orilla del Rin.

Por ello, en el año 1248 dio comienzo la construcción de una catedral. Sería una de las más grandes del mundo y uno de los ejemplos más impresionantes del estilo gótico. Sin embargo, los fieles tendrían que tener paciencia para verla terminada. Mucha paciencia. En concreto 632 años. No fue hasta el 15 de octubre de 1880 que la catedral fue inaugurada y los Reyes de Oriente tuvieron ese templo digno de su rango.  

Sin embargo, surge una pregunta. Si los niños se equivocan en el destinatario de sus cartas y no las envían a Colonia, ¿quién las recoge y las lee para decirles a los Reyes Magos qué regalos tienen que traer?

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