Soldados alemanes en la Acrópolis de Atenas. |
La crisis económica y financiera que está golpeando Europa afecta especialmente a Grecia, uno de los estados más pobres de la Unión Europea y que puede serlo aún más si acaba aplicando los durísimos recortes que le quieren obligar a realizar desde las instituciones europeas, y en concreto los países ‘ricos’ comenzando por Alemania. Los griegos llevan meses saliendo a la calle para protestar contra su más que probable bajada del nivel de vida y señalan, sobre todo, a un culpable: la canciller alemana Angela Merkel. Son habituales los desfiles de griegos indignados quemando banderas nazis y comparando a la República Federal Alemana con el Tercer Reich, una reacción que va más allá de los tópicos. Y es que Alemania y Grecia ya vivieron un episodio de la historia en el que sus destinos se cruzaron de manera dramática: la Segunda Guerra Mundial.
Alemania invadió y conquistó Grecia entre abril y mayo de 1941. Fue una conquista rápida. En tres semanas, el 27 de abril, los tanques alemanes entraron en Atenas y un mes después los paracaidistas tomaron la isla de Creta en un asalto espectacular y sangriento desde el aire. Todo un éxito militar, aunque en un principio esta campaña no entraba en los planes de Hitler. Fue su aliado italiano Benito Mussolini quien provocó la llegada de la guerra a la península helénica. Celoso de los éxitos del dictador alemán, el italiano atacó Grecia en otoño de 1940 pero falló y a punto estuvo de ser derrotado. Hitler tuvo que salir en ayuda de su aliado y retrasar un mes la invasión planeada de la URSS, con consecuencias fatales seis meses después cuando el ejército alemán acabó literalmente congelado a las puertas de Moscú.
Saqueo absoluto
A pesar de no entrar inicialmente en la estrategia alemana, eso no quiso decir que no se fueran a aprovechar de su nueva conquista. En los primeros meses de la ocupación, Grecia fue completamente saqueada por el ejército alemán. Todo lo que podía tener valor para la economía de guerra del Reich fue desmantelado y enviado a Alemania sin contemplaciones. Maquinaria industrial y sobre todo materias primas y dinero en metálico fueron sacados de Grecia a la fuerza, un expolio que fue organizado por empresarios alemanes que robaban así a sus competidores griegos los materiales que necesitaban para su producción. Para ello se movilizó en exclusiva la red ferroviaria griega, que dejó de servir a otro objetivo que no fuera el de transportar las riquezas griegas a Alemania.
Este expolio intensivo inicial fue sustituido por una política sistemática y concienzuda para alimentar la industria de guerra alemana con los recursos griegos. Los líderes nazis estaban obsesionados con evitar una posible rebelión del pueblo alemán durante la guerra al igual que ocurrió durante la Primera Guerra Mundial. Entonces, los alemanes acabaron derrocando al Kaiser y rindiéndose ante los Aliados, entre otras cuestiones, por el hambre que pasaban. Hitler se había comprometido a que esto no volvería a ocurrir, y para ello mantuvo un alto nivel de consumo entre los alemanes durante prácticamente toda la guerra, pero a cambio de robar estos productos en los países ocupados.
Aviones alemanes sobrevolando Atenas. |
Los griegos tenían que enviar cada mes unas 1.500 reses a Alemania, además de miles de toneladas de litros de aceite de oliva y fruta. Para alimentar a los alemanes los griegos tuvieron que pasar hambre, mucha hambre. La tasa de mortalidad infantil subió al 80% por falta de proteínas y la gente de las ciudades, sobre todo, tenía que acudir al mercado negro y al trueque para sobrevivir. Aunque la moneda nacional, el Dracma, seguía circulando, no valía nada. La inflación subió a cotas increíbles. Así, por ejemplo, en la ciudad de Salónica los precios en diciembre de 1941 subieron un 4515% con respecto a 1939.
La represión
Vivir en Grecia era un infierno y muy peligroso. A la hambruna en la ciudad se sumaba la guerra en el campo. Sobre todo los comunistas organizaron una guerrilla contra los alemanes que respondieron con una sangrienta política de mano dura y represalias. Hubo matanzas indiscriminadas en los pueblos y aldeas que se fueron intensificando a medida que la guerra iba llegando a su fin. Por ejemplo, el 10 de junio de 1944 la población del pueblo de Distimo fue masacrada. 218 personas murieron, la mayoría mujeres y niñas, que fueron violadas antes de ser asesinadas. Y así en más de cien localidades.
Ejecución de civiles en Grecia. |
De los siete millones de griegos durante la Segunda Guerra Mundial, unos 130.000 civiles fueron asesinados en diferentes masacres realizadas por el ejército o las SS, sobre todo en el último año de ocupación, y 300.000 más murieron de hambre. Otros 60.000 griegos judíos, de un total de 72.000, fueron deportados y asesinados en las cámaras de gas.
En agosto de 1944, ya al final de la ocupación, los alemanes intensificaron su política de saqueo. El comandante de las tropas, el general Alexander Löhr, dio la orden de “sacar todo lo que se pueda” del país. Fue la última, y poco se pudo exprimir más de un país que estaba completamente agotado tras más de tres años de saqueos y ocupación.
El ejército alemán se retiró de Grecia en septiembre de 1944 para evitar ser rodeados por el Ejército Rojo soviético que avanzaba imparable por los Balcanes. La retirada fue el último episodio de esta historia de terror, en el que los soldados quemaron todo a su paso y cometieron las últimas tropelías antes de desaparecer. Pero esto no supuso el fin del sufrimiento para la población griega. A la guerra contra el invasor le siguió inmediatamente después una horrible guerra civil entre las guerrillas comunistas y los monárquicos que continuó arrasando el país hasta 1950.
Alemania y Francia exigen hoy a Grecia que asuma una serie de sacrificios “por el bien de Europa”. Sin embargo, nadie habla del saqueo de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, un saqueo que dejó a los griegos en un estado de miseria que sólo a partir de su entrada en la Unión Europea comenzaron a olvidar.
Todas las guerras son terribles y no deberiamos olvidarlas para no volver a cometer los mismos errores....
ResponderEliminarSi me permites, me gustaría invitarte a conocer la colección Breve Historia, seguro que alguno de sus muchos títulos pueden interesarte. Te dejo su link de facebook.
Un saludo y gracias por este blog.
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Muchas gracias por tu comentario Belén.
EliminarTienes razón, todas las guerras son horribles. Por ello es fundamental que aprendamos del sufrimiento y de los errores de generaciones anteriores.
Le echaré un vistazo al link que me recomiendas. Seguro que es muy interesante.
Un saludo y gracias por la lectura