NI TE CASES NI TE EMBARQUES

Hoy es martes 13 y según el dicho nadie debería casarse ni embarcarse, es decir, nada de firmar compromisos ni de viajar ya que las consecuencias pueden ser nefastas. Aunque la mayoría de las personas rechazan esta superstición, al menos públicamente, sigue teniendo una gran influencia en nuestra cultura y cada día con esa fecha se produce un pequeño mosqueo en cada uno de nosotros no vaya a ser que se cumpla la mala profecía. Pero, ¿de dónde viene esta superstición?

Para comprender el miedo al martes 13 –o al viernes 13 en el resto de Europa y en los países anglosajones- hay que remontarse a la Edad Media. El 13 ya era un número maldito ya que algunos de los acontecimientos negativos descritos en la Biblia están relacionados con ese número. Así, en la última cena de los doce apóstoles con Jesús los comensales sumaban 13, número que se atribuyó a Judas Iscariote, el gran traidor por antonomasia.

El beso de Judas.

La gente en la Edad Media era en su inmensa mayoría analfabeta y bastante crédula. Estaban gobernados por una pequeña minoría de aristócratas armados a los que debían obedecer sin rechistar y a los que prácticamente pertenecían. A cambio de soportar esta dominación, la Iglesia les prometía una vida eterna de libertad y abundancia una vez muertos. Por eso los sacerdotes, los únicos, a veces, que sabían leer, tenían una enorme influencia sobre la psicología de sus feligreses, atemorizándolos constantemente con historias horrorosas sobre lo que podría ocurrir si el orden establecido se rompía.

Un ejemplo de ese horror era el Apocalipsis, el verdadero fin de los días esperado con temor por la población –y también esperanza ya que suponía morir y acceder al cielo. Aquí el número 13 también juega un papel importante, ya que en el decimotercer capítulo del libro del Apocalipsis aparece la figura del Anticristo, un verdadero monstruo que destruirá el mundo.  

Influencia pagana

El dios Loki.

A pesar de la enorme influencia del Cristianismo en la Europa de Edad Media todavía se mantenían antiguos ritos y creencias de origen pagano que influían mucho a la gente, sobre todo a los campesinos, la inmensa mayoría de la población en esa época. Así, se mantenían antiguas creencias, sobre todo en el ámbito cultural germano, donde tardaron mucho en desaparecer los antiguos mitos de los dioses. Así, y en clara referencia y/o influencia cristiana, los germanos también creían en una cena sagrada, esta vez en el Valhalla. Este era el lugar donde llegaban los guerreros muertos en combate para celebrar su heroísmo junto a los dioses. El dios Loki era la encarnación del mal, el equivalente germano al diablo cristiano. Loki era el invitado número 13 a la cena, el mismo número que Judas en la última cena.

Si el 13 se ha convertido desde la Edad Media en el número maldito, no existe consenso a la hora de establecer el día nefasto, ya que en España –y en los países de cultura hispánica de América- y en Grecia es día es el martes, mientras que en el resto de Europa es el viernes.

El día que cayó Constantinopla

España y Grecia ‘escogieron’ el martes porque ese día cayó Constantinopla, el 29 de mayo de 1453, el último vestigio del Imperio Romano y baluarte contra la expansión musulmana de los otomanos. Cuenta la historia que las potencias europeas, aunque muy preocupadas por el destino de Constantinopla, no quisieron ayudarla. Sólo unos pocos barcos zarparon en su auxilio pero llegaron tarde. Se encontraron con algunos refugiados que les comunicaron la caída de la ciudad. Esta noticia causó verdadero pánico y pesar en Europa y para los griegos significó el fin de su libertad durante 400 años. Desde entonces, el martes está maldito.

Templarios en la hoguera.

En cuanto al viernes, la causa también es medieval ya que fue un viernes 13 de octubre de 1307 cuando los poderosos templarios fueron perseguidos y detenidos por la Inquisición acusados de herejes. Muchos de ellos fueron quemados vivos y sus enormes riquezas y posesiones requisadas y repartidas. Y también, y seguramente lo más importante, las enormes deudas del rey de Francia Felipe IV con este orden desaparecieron para siempre. Fue un hecho traumático que sigue fascinando a muchos hasta hoy en día.

 

Estas son las causas por las que el martes o el viernes 13 son días señalados como nefastos. Con el paso del tiempo la población ha dejado de ser analfabeta y ha accedido a la cultura y a la educación lo que ha supuesto la práctica erradicación de la superstición de nuestro día a día. Pero el martes y 13 sigue teniendo algo que nos hace sospechar. Yo, por si a caso, no soy supersticioso. Eso que trae mala suerte.