En
septiembre de 1942 las SS publicaron un documento estremecedor: un plan de
reasentamiento masivo en los territorios
de la URSS ocupados por Alemania. Su objetivo era hacer realidad el
sueño de Hitler de un espacio vital en el este de Europa. Se preveía que unas
12,8 millones de alemanes o arios se asentarían allí, pero a costa de la muerte
programada de unas 30 millones de personas.
Adolf Hitler lo tenía
claro desde mucho tiempo atrás. Ya en 1924 escribió en su libro ‘Mi Lucha’
sobre la necesidad de que Alemania ampliara sus territorios para ser una
potencia mundial, y que tenía que hacerlo a costa de los países del este de
Europa. Decía que Alemania necesitaba expandirse, ganar riquezas y territorios
para ser fuerte y poder hacer frente a las otras grandes potencias. El Imperio
Británico era su ejemplo a seguir, y sabía que si Alemania quería emular a los
ingleses, necesitaba una enorme colonia como la India para explotarla. Esa
“India europea” iban a ser los territorios del este europeo, en concreto en
Polonia, Rusia, los países bálticos y Ucrania.
Hitler justificaba que esa
expansión no solamente era posible sino incluso necesaria porque, según él, la
población de esos territorios era “racialmente inferior” a la alemana. Eran “Untermenschen”,
infrahumanos. Para Hitler los eslavos no tenían legitimidad para vivir en las
enormes y ricas planicies de Polonia, Ucrania o Rusia mientras los alemanes se
hacinaban, según él, en unos territorios cada vez más pequeños. Europa del este
representaba el espacio vital necesario para que Alemania fuera fuerte y Hitler
quería conquistarla.
Propaganda nazi: El eslavo como "infrahumano". |
Menos de 20 años
después de escribir esto en su libro, Hitler casi había conseguido cumplir su
sueño. En 1939 sus ejércitos eran los más poderosos de Europa. Habían
conquistado Chequia y Polonia y ya se estaban realizando los primeros planes
para colonizar ese territorio con alemanes a costa de expulsar a sus pobladores
eslavos de determinados territorios, sobre todo aquellos que hasta 1919 habían
pertenecido a Alemania y que habían pasado a formar parte de Polonia tras el
tratado de Versalles.
Fue el primer plan de
toda una serie de actuaciones que se irían sumando hasta crear lo que se
llamaría el Plan General Este (Generalplan Ost), un plan inmenso y muy
ambicioso con el objetivo de cambiar para siempre las estructuras étnicas,
culturales y demográficas entre Alemania y los Urales. El objetivo era borrar
todo rastro de sus habitantes originales y sustituirlos por alemanes o personas
que los nazis consideraban “racialmente puros”. Éstos debían crear grandes granjas
cuyos excedentes irían a alimentar a la población del Reich. A los eslavos sólo
se les reservaba el papel de siervos de esas granjas. Pero sólo en número
suficiente como para servir a sus amos. No debía haber demasiadas ‘bocas innecesarias’
para alimentar.
La invasión de la URSS
Ese plan comenzó a
tener visos de ser realizable cuando los alemanes invadieron la URSS en junio
de 1941 y conquistaron Bielorrusia, los
países bálticos, Ucrania y grandes territorios de Rusia. Un territorio inmenso.
Aunque la ofensiva alemana pronto sufrió una grave derrota a las puertas de Moscú
en diciembre de 1941, un año después todavía era muy superior al Ejército Rojo
y nada parecía suponer a corto plazo que Alemania fuese a perder la guerra.
Fue en este contexto de
confianza en la victoria cuando se siguieron desarrollando los planes para concretar
la manera de convertir el este de Europa en la “India europea” con la que
soñaba Hitler. En esa planificación colaboraron no sólo las SS, también lo hizo
la Universidad Friedrich Wilhelm de Berlín (hoy llamada Humboldtuniversität),
que colaboró publicando en mayo de 1942 un documento estratégico de máxima
importancia en el que se definían los futuros lugares de asentamiento de
colonos alemanes en los territorios del este. En concreto en tres grandes
zonas: al sur de Leningrado (hoy San Petersburgo), en los países bálticos y
Crimea y Ucrania central. Esos lugares serían completamente ‘alemanizados’ con
nuevos habitantes. ¿Qué pasaría con los polacos, rusos o ucranianos que vivían
allí?
Un siguiente documento,
este publicado en septiembre de 1942 por las SS, fue el que puso cifras a esa
locura. Así, según este plan general, unos 12,8 millones de alemanes y arios
debían poblar los territorios del este conquistados. Previamente, entre un 80 y
un 85% de polacos debían ser eliminados o expulsados de sus territorios;
también entre un 50 y un 75% de checos; así como entre un 50 y un 60% de rusos
europeos. En total unas 30 millones de personas debían ser asesinadas para “hacer
sitio” a los nuevos amos. Es decir, los nazis tenían previsto un holocausto
mucho mayor entre los eslavos del que se estaba perpetrando en ese momento
contra los judíos.
Las zonas de asentamiento alemanas planeadas. |
La política racista y
criminal de los nazis para los que la vida humana no valía nada se veía
perfectamente reflejada en este ‘Plan General Este’. La población autóctona
solamente tenía valor como mano de obra esclava para servir a sus nuevos dueños
alemanes. Pero no todos harían falta. Sólo los más fuertes y aptos para
trabajar. El resto eran considerados bocas sobrantes que no se deberían
alimentar. Para los nazis eran “Untermenschen”, infrahumanos iguales que los
animales a los que se podía sacrificar. El “Plan General Este” era un plan para
un holocausto nunca visto en la historia de la humanidad.
Un plan con muchas
dificultades
Por fortuna este plan
tenía muchos problemas para ser una realidad. Para empezar, no había 12,8 millones
de alemanes dispuestos a dejarlo todo y dedicarse a la agricultura en el este
de Europa. Faltaban colonos, por lo que los criterios de los nazis para aceptar
candidatos se fueron relajando. Pasaron a aceptar a los llamados Volksdeutsche,
es decir, alemanes étnicos que vivían en el este de Europa pero que no eran
ciudadanos del Reich, y también a arios nórdicos, sobre todo de las ocupadas
Noruega y Holanda. Pero apenas se presentaron voluntarios. En pleno S. XX pocos
querían ser granjeros.
Víctimas de la ocupación. |
El caos burocrático fue
otro impedimento. A diferencia del cliché de la eficacia alemana, el régimen
nazi se caracterizaba precisamente por lo contrario. Hitler construyó su
régimen basándose en la máxima “divide y vencerás”, por lo que ningún
subalterno suyo gozó nunca del poder suficiente como para imponerse a los
demás. Eso incluía también que muchas administraciones enfrentadas compartían
competencias y en las que, en vez de cooperar, se obstaculizaban mutuamente.
En los territorios del
este Alemania contaba con tres organizaciones poderosísimas que se disputaban
la administración de la zona ocupada: el ejército, el Ministerio para los
territorios ocupados del este (Reichsministerium für die besetzten Ostgebiete)
y las SS. Cada uno tenía sus propios intereses y objetivos. Los militares la
lucha contra los partisanos y garantizar la llegada de suministros al frente,
el ministerio la explotación económica de los territorios, y las SS su ‘germanización’
étnica. Muchas veces estos objetivos se contradecían, como por ejemplo, si se
expulsaba o asesinaba a la población de una zona, su rendimiento económico
bajaba drásticamente. Los alemanes tenían un plan, pero el caos era tal entre
sus filas que nunca se pudo poner en práctica. Y porque no tuvieron tiempo.
En enero de 1943 el
curso de la guerra cambió dramáticamente. Con la derrota aplastante en
Stalingrado, Alemania pasó a la defensiva. Ahora era la URSS la que realizaba
ofensivas y recuperaba amplios territorios. A lo largo de 1943 los alemanes
fueron lentamente expulsados de Ucrania, y en 1944 lo fueron también de
Bielorrusia y de los países bálticos. El Plan General Este se había convertido
en una quimera y en una pesadilla que por fortuna nunca se pudo realizar.
Pero los nazis sí que
causaron un sufrimiento infinito entre los eslavos. Aunque no ha sido
catalogado de holocausto, se calcula que la URSS sufrió entre 20 y 30 millones de muertos, la mayoría civiles durante la ocupación alemana. 30 millones, la
cifra prevista por el “Plan General del Este”.
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