7/2/12

¿HUBO SACRIFICIOS HUMANOS EN CRETA?

Sacrificio de un toro.
En el norte de la isla de Creta, muy cerca del mar, las ruinas de un templo muy antiguo albergaron durante mucho tiempo un secreto muy macabro. Cuando los arqueólogos desenterraron el hallazgo encontraron tres esqueletos, uno de ellos de un hombre joven en una postura muy extraña, como si le hubieran atado los brazos a sus piernas. Cerca de él, otro esqueleto, esta vez de una mujer, y próximo a la entrada del templo un tercero, un hombre maduro, yacía aplastado. Pero lo que horrorizó a los arqueólogos fue el descubrimiento de un cuchillo cerca del cuerpo del joven. Le habían rebanado el cuello con él. ¿Se trata de un sacrificio humano?

Esta escena en el templo de Anemospilia ocurrió en algún momento durante la primera mitad del II Milenio a.C., hace más de 3.500 años, en plena civilización minoica. Esta civilización sigue siendo una de las más misteriosas. Seguimos sin descifrar su escritura, que los arqueólogos han bautizado con el nombre poco tentador de Lineal A. Hasta que no podamos leer sus textos no podremos comprender este mundo que relacionamos con el mito del minotauro y del rey Minos.
Restos del templo.

El impresionante palacio de Cnossos nos revela una civilización muy avanzada. Su construcción refinada y decorada con múltiples frescos de una calidad altísima son las únicas ventanas a ese pasado tan remoto. Delfines retratados con una fiabilidad y belleza impresionantes, bailarinas de pelo negro intenso y pechos descubiertos, y jóvenes muchachos que desafían el peligro y se enfrentan a toros gigantes.


Los restos arqueológicos nos muestran una civilización de la antigua Creta que parece pacífica –sus palacios no tenían murallas defensivas-, rica y feliz. Comerciaban con los pueblos del Mediterráneo y convirtieron su isla en el centro de una talasocracia muy avanzada teconológica y culturalmente. Pero el descubrimiento de Anemospilia podría poner en peligro esta imagen perfecta de los antiguos cretenses.

 
Una escena sanguinaria

¿Qué pasó en ese templo? La reconstrucción de la escena ha fascinado a los científicos, que incluso han llegado a confeccionar máscaras de cómo serían los rostros de los protagonistas a partir de sus cráneos.


Según la investigación, un joven fue atado e inmovilizado sobre un altar. Su cabeza fue colocada de manera que cuando se le rebanó el cuello su sangre brotara directamente al interior de un jarrón. El mismo ritual que sufrieron miles de bueyes y demás animales ofrecidos en sacrificio a los dioses. Sin embargo, algo debió interrumpir la escena.

¿Máscara del sacerdote?
El esqueleto de la mujer yacía muy cerca del altar. Esto ha hecho suponer a los arqueólogos que se trata de una sacerdotisa. A su lado se han encontrado los restos del jarrón que debía portar la sangre del joven. Se le cayó de las manos y se rompió. ¿Por qué? ¿Fue por algo que le ocurrió a la sacerdotisa y que le provocó la muerte?


El tercer esqueleto da una pista definitiva. Este hombre maduro, que se identifica como un sacerdote, se encontraba cerca de la entrada y yacía aplastado. Parece como si hubiera querido huir del templo porque algo estaba ocurriendo que le provocaba miedo. Pero un gran bloque de piedra, seguramente del propio templo, le cayó encima y le mató. Un final horrible para una escena terrorífica.


Desastres naturales

Creta y las demás islas del Egeo sufrieron una intensa actividad sísmica durante la Antigüedad. La isla de Thera, uno de los centros minoicos cercanos a Creta, desapareció tras la explosión de un volcán hacia el año 1630 a.C. Fue una experiencia horrible que tuvo sus réplicas en Creta y en las demás islas. Además, su repercusión fue tan grande que incluso se llegó a percibir en Egipto y en la lejana Asia oriental. Esta erupción se convirtió en mito y seguramente haya servido como base para la historia de la Atlántida.

Pintura minoica.
¿Fue eso lo que pasó? Una serie de terremotos, tsunamis y desastres ecológicos azotaron Creta a mediados del II Milenio a.C. Sus magníficos palacios atestiguan que fueron reconstruidos varias veces, siempre después de sufrir un incendio, ¿provocado por un terremoto?


La civilización minoica acabó desapareciendo hace 3.500 años. A los desastres naturales le siguió la invasión de los guerreros micénicos, los antecesores de los griegos. El antiguo esplendor de Creta llegó a su fin y nunca más se recuperó. Su gente y su cultura siguen siendo un misterio, 35 siglos después. Al igual que el sacrificio del joven en el templo de Anemospilia.

¿Fue un ritual aislado, desesperado por salvar un mundo condenado al fracaso? O por el contrario, ¿sacrificar a personas era parte de su cultura, la misma que nos parece tan placentera? Hasta que no descifremos su escritura seguirá siendo un misterio.

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